Apostaste por él y perdiste. Fue así. Pero nadie te quitará el placer que sentiste en cada apuesta que jugaste, en cada dado que tiraste, en cada ficha que moviste. Ahora no hay más fichas con las que jugar... ni siquiera esas que guardabas en aquel cajón. Parece que esta vez es la definitiva. La partida ha terminado.
Para R.E
Pensamientos corrientes, dónde todo es incoherente
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2 comentarios:
Siempre habrá fichas con las que jugar...porque el cansino de la vida está lleno de números por los que apostar...
quise decir casino....
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