Tus letras penetran en mi alma igual que la espada de un matador atraviesa el potente corazón de un toro bravo. Hazme torear de placer, al ver como derramas tu sangre gota a gota en el polvoriento coso de la plaza del pueblo.
A Sabi.
Pensamientos corrientes, dónde todo es incoherente
No hay comentarios:
Publicar un comentario